Gabriel García Márquez nació en Aracataca (Magdalena) el 6 de marzo de 1927.
Gabriel García Márquez aprendió a escribir a los
cinco años, en el colegio Montessori de Aracataca, con la joven y bella
profesora Rosa Elena Fergusson, de quien se enamoró: fue la primera mujer que
lo perturbó. Cada vez que se le acercaba le daban ganas de besarla, y sólo por
el hecho de verla iba con gusto a la escuela. Rosa Elena le inculcó la
puntualidad y el hábito de escribir directamente en las cuartillas, sin
borrador.
En la última década del siglo XIX, Rubén Darío dio a Hispanoamérica la independencia literaria al inaugurar la primera corriente poética autóctona, el Modernismo. Mediado el siglo XX, correspondió al colombiano Gabriel García Márquez situar la narrativa hispanoamericana en la primera línea de la literatura mundial con la publicación de Cien años de soledad (1967). Obra cumbre del llamado realismo mágico, la mítica fundación de Macondo por los Buendía y el devenir de la aldea y de la estirpe de los fundadores hasta su extinción constituye el núcleo de un relato maravillosamente mágico y poético, tanto por su desbordada fantasía como por el subyugante estilo de su autor, dotado como pocos de un prodigioso "don de contar".
Gabriel García Márquez, en un retrato de Toño Vega. |
Tres años estuvo ausente de Colombia. Vivió una
larga temporada en París, y recorrió Polonia y Hungría, la República
Democrática Alemana, Checoslovaquia y la Unión Soviética. Continuó como
corresponsal de El Espectador, aunque en precarias condiciones, pues si bien
escribió dos novelas, El
coronel no tiene quien le escriba y La mala hora, vivía pobre a morir, esperando el giro mensual que El
Espectador debía enviarle pero que se demoraba debido a las dificultades del
diario con el régimen de Rojas Pinilla. Esta situación se refleja en El coronel, donde se relata la desesperanza de un viejo oficial de la
guerra de los Mil Días aguardando la carta que había de anunciarle la pensión
de retiro a que tiene derecho. Cuando El Espectador fue clausurado por la
dictadura, fue corresponsal de El Independiente, y colaboró también con la
revista venezolana Élite y la colombianísima Cromos.
En 1967 apareció Cien años de soledad, novela cuyo
universo es una sucesión de historias fantásticas perfectamente hilvanadas en
un tiempo cíclico y mítico: pestes de insomnio, diluvios, fertilidad desmedida,
levitaciones... Es una gran metáfora en la que, a la vez que se narra la
historia de las generaciones de los Buendía en el mundo mágico de Macondo,
desde la fundación del pueblo hasta la completa extinción de la estirpe, se
refleja de manera hiperbólica e insuperable la historia colombiana desde los
tiempos de la independencia hasta los años treinta del siglo XX.
En la madrugada del 21 de octubre de 1982, García
Márquez recibió una noticia que hacía ya tiempo que esperaba por esas fechas:
la Academia Sueca acababa de otorgarle el ansiado premio Nobel de Literatura.
Se hallaba entonces exiliado en México, pues el 26 de marzo de 1981 se había
visto obligado a salir de Colombia para eludir su captura; el ejército colombiano
quería detenerlo por una supuesta vinculación con el movimiento M-19 y porque
durante cinco años había mantenido la revista Alternativa, de corte socialista.
En 2004 vio la luz la que iba a ser su última
novela, Memorias
de mis putas tristes; en 2007 recibió sentidos y multitudinarios
homenajes por triple motivo: sus 80 años, el cuadragésimo aniversario de la
publicación de Cien años de soledad y el vigésimo quinto de la concesión del Nobel.
Falleció el 17 de abril de 2014 en Ciudad de México, tras de una recaída en el
cáncer linfático por el que ya había sido tratado en 1999.
Para conocer más del autor:
- Entrevista antes de recibir el Premio Nobel
- Entrevista 1995
- Gabriela García Márquez habla de arte y literatura
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