Incluye la literatura de los países americanos cuya lengua materna es el español.
Es de gran diversidad en obras y estilos, pues la conforma países con diferencias culturales, geográficas y socioeconómicas. Lo que los une es el español
Abarca los escritos desde el siglo XIX, cuando Hispanoamérica obtiene independencia del imperio colonial español.
Por
lo general, las diferentes literaturas nacionales que componen el más amplio
mapa de la literatura hispanoamericana han evolucionado de formas distintas, y
dado origen a movimientos propios y diferenciados unos de otros. Aun así, son
evidentes los orígenes comunes de todas ellas, y hasta cierto punto, su
evolución puede considerarse paralela, amén de su temática y estilo que durante
mucho tiempo se han mantenido fuertemente emparentadas.
La
literatura hispanoamericana no nace con la conquista española de las tierras
americanas, sino mucho después. Sólo puede hablarse de esta literatura cuando
ha adquirido de hecho plena conciencia de sí misma, y a partir de ella ha
logrado diferenciarse de la literatura europea que la precede. Esto sucede
únicamente a partir del siglo XIX, y en particular cuando en los nuevos estados
americanos surge un movimiento modernista de raíz europea, pero de genuino
carácter propio, justamente llamado hispanoamericano.
A finales del siglo XIX, y con el modernismo, llegan José Martí, Rubén Darío y José Asunción Silva. Estos autores se apartan del canon literario europeo, encontrando su identidad en el período colonial y en el Romanticismo. Es común considera que el momento del auge de esta literatura surge con el boom, a partir de 1940, correspondiente a la literatura del realismo mágico.
¿Y las escritoras?
Resuenan los nombres de Miguel Ángel Asturias, Jorge Luis Borges, Gabriel García Márquez, Julio Cortázar y Pablo Neruda, pero Gabriela Mistral, Alejandra Pizarnik, Rosario Castellanos Y Alfonsina Storni terminan en el olvido cuando sus obras son parte esencial para la construcción de la literatura hispanoamericana.